Durante muchos años se ha señalado a la endometriosis como causa única del dolor pélvico crónico (DPC), esta creencia no solo es equivocada sino que ha provocado una demora en el diagnóstico, tratamiento y manejo adecuado del dolor, dando como resultado unas tasas de mejoría mucho menores de las esperadas, ya que el 60% de las pacientes viven sin un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
La primeras preguntas que surgen cuando se habla de este tema son ¿qué es el dolor pélvico crónico? ¿qué causa este dolor? ¿cómo afecta a las mujeres? ¿en dónde se siente el dolor? ¿si tengo dolor pélvico crónico tengo endometriosis?
Podemos decir que el dolor pélvico crónico, es el dolor no cíclico de más de tres meses de duración que se localiza en la zona anatómica de la pelvis, la pared abdominal anterior por debajo del ombligo, el piso pélvico, el área genital y/o la cadera y que tiene una severidad que causa discapacidad funcional, llevando a la mujer a buscar atención médica. El impacto que tiene el DPC en la calidad de vida de las pacientes es abrumador: no pueden hacer ejercicio, tienen trastornos del sueño, dificultad para disfrutar el tiempo libre, poca socialización, impacto negativo en su sexualidad y dificultades en la concentración. Son tan severas las consecuencias que el 41% de ellas tiene imposibilidad para trabajar y pueden llegar a tener faltas laborales de 2 a 7 días por mes.
No todas las pacientes con DPC tiene endometriosis
Para iniciar, es importante entender que la endometriosis es una enfermedad benigna que se desarrolla en la mujer durante su vida reproductiva. Esta se da cuando el endometrio, que se encuentra al interior del útero, crece por fuera de él adhiriéndose en la vejiga, ovarios o intestino, así como en otras zonas y órganos no vecinos. Habitualmente, la endometriosis provoca dolor, en ocasiones muy intenso, sobre todo durante el periodo menstrual y en múltiples causes esta enfermedad se designa como único generador del dolor pélvico crónico. Sin embargo, se ha demostrado que el dolor puede persistir incluso después del tratamiento medico-quirúrgico adecuados y que la endometriosis puede ser el origen de otros generadores de dolor.
Entender el DPC como una enfermedad / condición
Las pacientes que caminan el trayecto desde el dolor agudo hasta el dolor crónico y que están involucradas en el círculo vicioso de dolor-discapacidad-dolor generalmente tienen una serie de cambios neuro-siopatológicos tanto centrales como periféricos que son responsables de su condición crónica.
El dolor crónico está asociado a múltiples alteraciones del sistema nervioso central y periférico que generan la persistencia del dolor y dificultan su adecuado manejo, ya que los múltiples mecanismos involucrados en el DPC no son aún totalmente entendidos. Sin embargo, se cree que tanto en el sistema nervioso central, como en el periférico se producen cambios que generan alteraciones en las vías dolorosas, y terminan por generar respuestas anormales que perduran en el tiempo y conmemoran los síntomas.
La clave para el tratamiento es manejar al DPC como la enfermedad compleja que es y sobre todo dejar de lado el imaginario de que la endometriosis es la única causa de dolor, así como diagnosticar más de un componente, pues el objetivo del tratamiento y manejo del dolor pélvico crónico es identificar y tratar cada uno de los múltiples generadores de dolor.
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